viernes, 4 de junio de 2004

La laguna


Esta vez el lugar elegido fué una pequeña laguna. La tarde fué cayendo mientras los zampullines, garzas, porrones, no dejaban de alborotar el agua, allí los amantes de las aves pasan horas ataviados con sus prismáticos mientras identifican con emoción las especies presentes. Cuando el sol pierde fuerza es el momento de recoger, bueno, no todos, es el momento que yo estaba esperando, mi momento mágico del día.

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